Unión San Felipe terminó la primera rueda del campeonato de Ascenso siendo justo protagonista del torneo, con una campaña que motivo el apoyo masivo de su hinchada, que, con su presencia, devolvió al Municipal su condición de cancha difícil para la visita.
Sin embargo, luego del triunfo frente a Iquique debimos salir de nuestra ciudad e iniciar un peregrinaje que para muchos es inexplicable y molesto.
Siempre somos y seremos respetuosos de las determinaciones de quienes tienen potestad, pero con igual determinación siempre mantendremos nuestro espíritu de colaboración y defensa de nuestra localía en San Felipe.
Enfrentados a la imposibilidad de utilizar el Municipal, buscamos con especial afán un recinto cercano para jugar frente a Recoleta. Lamentablemente no nos fue arrendado el Regional de Los Andes y los demás estadios de la región no se encontraban disponibles, ya sea por otros eventos o por la disputa de otros partidos de futbol profesional. No siendo posible, de acuerdo a las bases del campeonato, utilizar un estadio de la región Metropolitana (a la que pertenece Recoleta) debimos recurrir a la única alternativa más cercana que era precisamente Santa Cruz, en la que encontramos particular colaboración del club local, y de las autoridades municipales y provinciales, lo que agradecemos sinceramente.
Y pese a que el sorteo de Copa Chile nos favoreció con la posibilidad de enfrentar a un rival de primer nivel, nuevamente la condición del Municipal nos jugó en contra. Su estado, que sólo permite clasificarlo como estadio clase C, nos impide ser locales frente a equipos de alta convocatoria. Aunque reiterada muchas veces, no podemos dejar de manifestar nuestra decepción por la absoluta falta de voluntad estatal para ejecutar en San Felipe las mismas obras que han beneficiado a tantas otras ciudades.
Como club debimos enfrentar los desafíos de organizar encuentros profesionales en ciudades distintas de la nuestra, con todos los inconvenientes y mayores costos que ello implica y con todo el sacrificio que, sabemos, significa para los seguidores del Uni Uni. Nuestra voluntad es minimizar las dificultades para los hinchas, pero no podemos hacerlas desaparecer.
Ante estas circunstancias llamamos a nuestra hinchada a permanecer fieles al equipo, a seguir acompañándolo con entusiasmo de modo que nuestra condición de locales se sienta fuerte, y para ello es, además, necesario que de ninguna manera se repitan los hechos que nos llevaron a tener que jugar un partido sin público. Entre todos debemos asumir el compromiso de impedir que vuelva a ocurrir semejante situación pues el equipo necesita y merece el apoyo de su hinchada y la inconducta de unos muy pocos, que dañan al club y a su hinchada, no debe ser tolerada.