El 6 de septiembre ultimo, en el Estadio Municipal de San Felipe, al término del partido entre Unión San Felipe y San Luis de Quillota, el Club fue notificado por la fiscalizadora doña Jacqueline Cordova Castro del inicio de un sumario sanitario en su contra, fundado en supuestos incumplimientos por parte de los espectadores y de los jugadores, del protocolo presentado y aprobado por la autoridad para el retorno del público a nuestro estadio.
Teniendo el absoluto convencimiento de que el Club cumplió con todos y cada uno de los compromisos y obligaciones asumidos previamente y que el público de San Felipe mantuvo un comportamiento igual o mejor al observado por los asistentes a los demás estadios del país y por el propio público de San Felipe en los dos partidos de local precedentes, presentamos oportunamente los descargos correspondientes ante la autoridad, sin tener respuesta a la fecha.
Sin embargo, enfrentados a la situación de haber tomado todos los resguardos previsibles, de haber ocupado tiempo y recursos en preparar el espectáculo de la mejor forma posible, con total apego y cumplimiento de las normas pedidas, y de que a pesar de pasar sin problemas por dos partidos previos, quedamos a merced del criterio de la fiscalizadora que, no sólo es distinto al empleado en los demás estadios del país, sino que además difiere del usado en los dos anteriores encuentros en el Municipal, en circunstancias que el comportamiento del público no sólo fue igual, sino que, por el contrario, cada vez más se adaptaba a las nuevas condiciones de funcionamiento del estadio, no podemos exponer a la institución a la reiteración de sumarios, cuando ya no nos quedan más medidas de prevención que adoptar. Agregando además que se pretende acusar a los jugadores por una conducta que esta expresa y formalmente permitida en el protocolo.
Debe tener presente la hinchada que el Club y ellos mismos, actuamos con absoluta buena fe y tratamos, en la medida que las condiciones del estadio lo permiten, de comportarnos conforme a lo que se nos pedía y que reiteradamente repetimos y solicitamos.
El Club realizó un gran esfuerzo para organizar la vuelta del público, confiados en la palabra recibida desde la ANFP, que, citando a la autoridad, nos aseguró que, si nosotros respetábamos y cumplíamos el protocolo aprobado, no nos veríamos expuestos a sanciones, y que, si llegaba a existir conducta de algún espectador que se desviara de lo correcto, la sanción sería para él y no para la Institución.
Es así que, no teniendo más medidas posibles que tomar, convencidos de que nuestra hinchada no actuó de forma distinta al resto del público del país y que difícilmente podríamos exigirle otra conducta, luego de requerir colaboración a las más altas autoridades de la ANFP, y llegado el momento de presentar las propuestas para el próximo encuentro de local, sin haber recibido respuesta positiva alguna, nos vemos obligados a tomar la dolorosa medida de jugar sin público los próximos partidos de local, para no seguir exponiendo a la institución a un criterio de inspección que sólo se aplica a nosotros y que, una vez más, nos discrimina y perjudica a todos los que queremos la camiseta albirroja, que, de nuevo, debemos enfrentar solos una abierta y perjudicial discriminación.