En la capital de la región de Los Lagos el Uní Uní sufrió su primera caída en la actual temporada
La derrota sufrida en el Chinquihue ante Deportes Puerto Montt, deberá ser digerida rápidamente y de manera muy inteligente por los de Durán, ya que en el horizonte cercano aparece un desafío de marca mayor como lo será Ñublense de Chillán.
Uno de los déficits que ha mostrado la escuadra albirroja en esta parte de la temporada ha sido su poca producción ofensiva. Hace un buen rato que da la impresión que este equipo tiene una ‘Álvarez Dependencia’, situación que se hizo palpable en el sur donde no hubo mayor producción frente al pórtico rival. “Nos faltó la puntada final, pero siempre intentamos jugar e ir al frente” explicó tras el duelo el técnico Erwin Durán, sin profundizar demasiado respecto a cuál será la fórmula a aplicar para corregir ese trascendental ítem en el futuro inmediato.
Ante los sureños Unión San Felipe buscó hacer circular el balón por todo el campo de juego, pero la apuesta falló porque a su rival le bastó solo una ocasión ideal para hacer el desnivel, lo que vuelve a confirmar que en esta serie no sirve de mucho tener posesión o intentar jugar ‘bonito’.
La escuadra aconcagüina se mantuvo firme en su planteamiento respecto a otros duelos, aunque hubo matices, porque en la práctica hubo tres volantes mixtos (Méndez, Lanzini, Fioravanti) que entraron en un gran desgaste debido al recorrido que debían hacer.
San Felipe tiene bajas sensibles (Fredes, Salinas, Ormeño, Vargas) que sin lugar a dudas están repercutiendo en su desempeño, pero esto en ningún caso puede transformarse en una excusa para justificar malos resultados, porque el plantel es lo suficientemente amplio como para encontrar el recambio necesario para seguir siendo protagonistas de la competencia.