Unión San Felipe demostró frente a Deportes Iquique que cuenta con un plantel lo suficientemente confiable, que tiene la virtud de sobreponerse a cualquier situación, como esta vez lo fue el no haber podido contar con su entrenador por un tema puntual de salud.
Los albirrojos recurrieron a lo mejor de su ya conocido repertorio futbolístico para imponerse en todas las facetas del juego a un rival que solo a cuentagotas logró complicarlo, pero que nunca estuvo ni medianamente cerca de poder superarlo, lo que se reflejó en que el arquero Darío Melo tuviera 90 minutos de mucha calma, pese a la tensión evidente que había en el campo de juego por la importancia de los tres puntos en disputa, “creo que nos está faltando estar más finos a la hora de cerrar las jugadas ofensivas, en todo caso nunca entramos en la desesperación, si eso sucediera no podríamos llegar al arco rival con riesgo, y eso lo hacemos continuamente, no solo en este partido, sino en todos los anteriores”, reflexionó el meta albirrojo.
El cuidatubos albirrojos valoró el recambio de jugadores que tiene el equipo, “jugaron varios que no venían haciéndolo y estuvieron bien. El equipo tiene una estructura de juego muy definida y eso se demostró, porqué más allá del que esté(jugador) todos sabemos perfectamente lo que debemos hacer”.
Lo apretado de la agenda obliga a mirar de manera inmediata el próximo desafío ante Deportes Copiapó en la capital de la región de Atacama, “quizás nos está costando un poco más afuera, pero el fútbol es así, intentaremos hacer lo de siempre para poder salir bien de ese partido”, culminó el golero.