Si algo quedó en claro en el ajustado triunfo (2-1) sobre el AC Barnechea, es que se demostró que el conjunto albirrojo cuenta con los elementos(jugadores) y herramientas de sobra para imponer sus condiciones en el terreno de juego.
Por cómo se fueron dando las cosas hasta bien entrado el primer tiempo, resultaba impensado que con el correr de los minutos, y producto del retroceso en el campo de juego, la tarea por quedarse con los tres puntos se complicara más de la cuenta.
Cuando Unión San Felipe optó por jugar de manera frontal, parándose en campo rival, no tuvo mayores problemas para imponer sus condiciones, al dar con los espacios y líneas de pase muy precisas, eso se tradujo en continuas y claras llegadas sobre el arco forastero. El 2 a 0 no era más que el fiel reflejo de lo que pasaba en la cancha.
En la interna de los sanfelipeños estaba muy claro que no podían fallar, “este es un deporte competitivo, y si no hay actitud no se consigue nada. Contra Barnechea el desafío era volver a ser lo que somos, que no es otra cosa que ser aguerridos, metedores y muy colectivos; ahora hubo que luchar hasta el fin”, reflexionó el entrenador Jonathan Orellana.
El estratego asume que el equipo deberá trabajar para no caer en pozos que permiten hacer crecer al rival de turno, “nuestros primeros 25 minutos fueron muy buenos, con una gran circulación y mucha velocidad, tal vez si hubiéramos hecho un tercer gol hubiera sido diferente, pero el rival cambio el sistema y nos complicó; es ahí donde debemos saber aguantar y mejorar situaciones tácticas para manejar de mejor manera las acciones. El equipo tiene su forma de defender y jugar, que no es presionar alto, pero sí siendo muy agresivo en campo propio, sabemos que si defendemos bien será muy difícil que los oponentes nos entren”, explicó.