La igualdad frente a Cobreloa fue un justo premio para un equipo valiente, que, en todo momento y pese a estar en desventaja numérica siempre fue al frente. En la actual temporada han llovido los elogios para los de Orellana, pero lo hecho la tarde – noche del viernes, supera todos los halagos recibidos con anterioridad, porque el agónico(90’+5’) gol del empate anotado por Yerko González, se gritó tanto como si hubiese sido un título, tal vez porque la derrota era un castigo muy grande, o porque simplemente el duelo merecía un corolario así, al tener en todo momento ritmo, intensidad y mucha fricción en cada balón, dando a ratos la sensación que se estaba en presencia de un verdadero ‘Clásico’.
Mención aparte merece el gran público que llegó al Estadio Municipal; como pocas veces en el último tiempo, el coloso de la Avenida Maipú albergó un público que se contaba en miles, además de ser muy bullicioso al apoyar en todo momento al team albirrojo, dejando una vez más muy claro que esta temporada existe una conexión especial con el equipo, el cual, con sus virtudes y defectos, retribuye ese apoyo dejando el alma en la cancha, como le gusta al fanático del ‘Gigante Del Aconcagua’.
Más allá de entrar en conceptos netamente técnicos, Unión San Felipe dio un paso adelante en lo anímico, al mostrarse batallador, solidario y con mucha convicción en cada uno de sus movimientos, “siento que hicimos un buen partido, es obvio que fue difícil porque ellos(Cobreloa) tienen muy buenos jugadores, pero lo luchamos y buscamos hasta el final, este un premio al esfuerzo por cómo se fueron dando las cosas, estamos muy satisfechos y contentos, nos vamos con una muy buena sensación pese al empate”, destacó el Capitán Jesús Pino.
El líder del equipo restó dramatismo por este segundo empate consecutivo, a raíz que, “se nos están dando las chances, quizás nos está faltando estar más finos, pero lo importante es que nos creamos oportunidades y seguimos sumando”, afirmó.