Una de las mayores fortalezas del club son sus fuerzas básicas, y es por eso que, dentro de su estructura institucional, la formación de jugadores es un área ultra sensible, que requiere de la máxima atención dirigencial y técnica. Razones más que suficientes para explicar el arribo del profesor Pablo Álvarez.
Oriundo de la provincia de Córdoba (Argentina), a sus 44 años de edad, se desempeñó durante los últimos 14 años en Instituto de Córdova, un club inminentemente formador que se ha caracterizado por nutrir a su plantel de honor con muchos jugadores salidos de la cantera, algunos de ellos con estatura mundial como por ejemplo lo son: Paulo Dybala, Ramón Ábila, Silvio Romero o Lucas Beltrán.
La actual política formativa del club resultó determinante para que este profesional trasandino decidiera cruzar la cordillera para llegar a la ciudad capital del valle de Aconcagua: “Es muy motivante llegar una institución que dispone toda su estructura en la formación de jugadores para nutrir a su primer equipo, en eso se parece mucho a lo que hace Instituto”, afirmó el nuevo Jefe Técnico del Fútbol Joven albirrojo.
– ¿Cuándo parte su relación con el fútbol?
“Mi historia es un poco atípica ya que yo estudié en un principio Odontología, pero la verdad no me sentí cómodo en esa carrera, por lo que opté por estudiar Educación Física. Fue en ese momento que me acerqué a este deporte en una liga escolar que es muy competitiva ya que la integran colegios donde se trabaja de manera muy seria y profesional el fútbol infantil. Desde ahí salté a Instituto; después me hice Entrenador Profesional y posteriormente me especialicé en Dirección Deportiva”.
– ¿Cómo se genera su llegada a Unión San Felipe?
“Siempre he tenido como política profesional el nutrirme de manera constante de conocimientos; es por eso que siempre viajo mucho a distintos lugares del mundo para ver cómo trabajan algunos clubes en sus áreas formativas. El 2018 tuve la posibilidad de conocer la labor de: Curicó, Universidad de Chile, Universidad Católica, O’Higgins y Unión San Felipe. En esa ocasión Mauro Peralta me invitó a ver partidos de los juveniles, fue ahí que surgió el primer acercamiento con el club. Luego como Mauro se fue a Ecuador se generó la posibilidad de venir, hubo que esperar un poquito porque hasta marzo laburé en Instituto”.
– ¿Qué le han parecido las instalaciones?
“Una de las cosas que me sedujo para venir fue el predio (complejo deportivo), ya que encontrar este tipo de infraestructura no es común y habla de la política deportiva del club; ahora es importante que todo el trabajo que hagamos en inferiores se vea reflejado después en el primer equipo”.
– ¿No será fácil su partida ya que por la Pandemia la labor en inferiores ha sufrido detenciones?
“Puede ser, pero todo acá está muy bien armado. Han sido casi dos años en que se ha estado parado, pero al estar todo armado se hace más sencillo retomar las actividades”.
– ¿La identidad de juego seguirá profundizándola?
“El proyecto que presenté es que las categorías más grandes deben tener un modelo de juego muy similar o idéntico al del primer equipo para que la transición de juvenil a profesional no sea tan compleja. Es importante que el chico tenga la informacion necesaria para que la adaptación sea muy rápida”.
– ¿Cuál es su meta en Unión San Felipe?
“La idea es realizar un trabajo a largo plazo para poder ver el crecimiento de los niños y después verlos debutar y jugar en el primer equipo”.